3. Los malos olores
La falta de uso de los desagües durante un período prolongado, como unas vacaciones, puede hacer que los sifones se sequen. Al no tener agua que actúe como barrera, los olores del alcantarillado pueden filtrarse a tu casa, creando un ambiente muy desagradable al regresar. Además la acumulación de residuos, como pelos o restos de comida, combinada con el calor, puede empeorar estos olores.